NUEVA YORK (2 de julio de 2018) — Human Rights Foundation (HRF) pide la inmediata liberación de Ariel Ruiz Urquiola, científico ambientalista y prisionero de conciencia del régimen del dictador Miguel Díaz-Canel. Ruiz Urquiola se encuentra en grave estado de salud tras permanecer 15 días en huelga de hambre y sed en protesta por su encarcelamiento arbitrario en un calabozo en Pinar del Río. De acuerdo a informes de prensa, Ruiz Urquiola ha sido trasladado recientemente al Hospital Provincial Abel Santamaría debido a su delicado estado de salud, sin que familiares hayan aún podido contactarse con él, a la vez que demandan una prueba de vida del científico. Ruiz Urquiola fue arrestado el 3 de mayo de 2018 y luego condenado sumariamente a un año de cárcel, bajo acusaciones de “desacato” por supuestamente “irrespetar” a miembros de la policía cubana que estaban arbitrariamente inspeccionando la pequeña granja que él administra como parte de un proyecto que busca promover la biodiversidad en Cuba.
“El hecho de que Cuba, jurídicamente, está controlada por un régimen totalitario queda patente en casos como el de Ruiz Urquiola: se trata de un país en el que hasta el último biólogo, el último músico, el último estudiante, y el último trabajador de cualquier industria tienen que rendir cuentas al arbitrio de la policía política, que a su vez rinde cuentas a una oligarquía octogenaria que no entiende nada de economía o de medio ambiente, mientras ellos viven muy bien desde que tomaron el poder en 1959”, dijo Javier El-Hage, director jurídico de HRF. “En Cuba no existe estado de derecho, y esto continuará siendo así hasta que la dictadura no decida abrirse de verdad tanto en términos de libertad económica como en términos de libertad política. Debe ser causa de vergüenza para toda América Latina que el comunismo, junto a la miseria material, espiritual e incluso de biodiversidad que genera, siga sobreviviendo en este continente al igual que lo hace en Corea del Norte”.
Ariel Ruiz Urquiola es Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de La Habana, de donde fue expulsado en 2016 por denunciar la depredación de tortugas marinas por pesqueras estatales de la isla. En una entrevista para Estado de Sats, el científico y genetista explicó su trabajo como director de un proyecto de colaboración internacional entre la Universidad de La Habana y el Museo de Ciencias Naturales de Berlín. Fue a través de este proyecto que Ruiz Urquiola comprobó científicamente y denunció la depredación de tortugas marinas en Cuba y, en consecuencia, fue expulsado de la Universidad de La Habana.
Como ejemplo del hostigamiento sistemático, que tiene por objeto forzar la obediencia o, en su defecto, purgar y aislar a los estudiantes talentosos en la isla, Ruiz Urquiola fue detenido días antes de realizar un viaje donde continuaría con su trabajo de investigación en el Instituto Leibniz para la Investigación de la Biodiversidad y la Evolución, con sede en Berlín. Desde entonces, Ruiz Urquiola ha sido visto por el régimen como un disidente al que se debe aislar y reprimir. El Museo de Ciencias Naturales de Berlín expresó su preocupación por el arresto y la salud del científico cubano, demandando a la embajada de Cuba en Alemania que informe a dicha institución sobre el caso de Ruiz Urquiola. Según el medio independiente CubaNet que conversó con la madre de Ruiz Urquiola, este fue juzgado sumariamente, sin acceso a ninguna garantía judicial, por el Tribunal Municipal de Viñales y condenado a un año de cárcel además de a pagar una multa de mil pesos.
Los policías acusaron a Ruiz Urquiola de haberse referido a ellos como “guardas rurales”, un término que, según el régimen, los equipara a los guardias rurales que cometieron multiples abusos bajo el régimen del dictador Fulgencio Batista.
En comunicación con HRF, la hermana de Ruiz Urquiola, Omara Isabel Ruiz Urquiola, indicó que el gobierno mantiene a su hermano incomunicado y le ha negado toda fe de vida hasta la fecha. “No me dejan ver a mi hermano”, indicó Omara. “No se nos permite entrar. Hoy solicité que si no me permiten ingresar a verlo al menos se le permita la entrada al Obispo para que hable con él, como muestra de solidaridad y apoyo; pero no nos lo permiten. Sólo me han dejado hablar con el médico de sala pero no confío en él. En este punto no tengo por qué creer en ellos. Voy a seguir yendo hasta que me dejen ver a mi hermano, hasta que lo vea yo, el obispo o un médico independiente, y sepamos que está vivo”.
Desde la muerte de Fidel Castro en 2016, la dictadura cubana ha intensificado la persecución de disidentes demostrando su intención de no permitir una apertura democrática en la isla. Tras la asunción del sucesor designado Miguel Díaz-Canel en abril de 2018, no ha habido progreso hacia las libertades y derechos de los ciudadanos cubanos y las prácticas de represión y tortura sistemática continúan. Raúl Castro continúa siendo la cabeza del Partido Comunista, el único partido legalmente permitido en la isla.
HRF es una organización sin fines de lucro, independiente y apolítica, que promueve la defensa de los derechos humanos a escala mundial, con énfasis en sociedades cerradas.