CIUDAD DE MÉXICO (21 de febrero de 2019) — Human Rights Foundation (HRF) se complace en anunciar la entrega inaugural del Premio Rómulo Betancourt a la Diplomacia Democrática. Los galardonados de este año son el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, el precursor de la “Fórmula Arria” del Consejo de Seguridad de la ONU y expresidente de ese organismo, Diego Arria, y el ex representante permanente de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez. El premio reconoce a diplomáticos que, en tiempos de crisis, han demostrado valentía y compromiso extraordinarios a los principios democráticos, a pesar del riesgo de perder el apoyo de sus gobiernos o aliados políticos. El galardón se entregará en el marco del primer Oslo Freedom Forum en México, a realizarse este 26 de febrero próximo en Ciudad de México.
El premio cuenta con la venia de Virginia Betancourt Valverde, hija del expresidente venezolano Rómulo Betancourt, y fundadora y miembro vitalicio del directorio de la fundación homóloga. Con este galardón, HRF desea honrar el legado del político y periodista, reconocido como el “padre de la democracia venezolana”. En honor a su liderazgo continental, el término “Doctrina Betancourt”—ahora plasmado en el derecho internacional—fue acuñado para referirse a la política de relaciones exteriores establecida durante su segunda gestión de gobierno, consistente en negar reconocimiento y romper relaciones diplomáticas con cualquier líder que llegase al poder a través de métodos antidemocráticos, o que optase por instalar una dictadura.
“El objetivo de organismos internacionales como la OEA y la ONU es defender y promover los principios de la democracia representativa y las libertades individuales que motivaron su creación. Este fin es violentado de manera permanente por las agendas particulares de distintos actores dentro de estos organismos, que incluyen tanto a gobiernos dictatoriales como a Estados democráticos que se manejan con indiferencia”, señaló el presidente de HRF, Thor Halvorssen. “HRF quiere reconocer y premiar a quienes, como Rómulo Betancourt, demuestran que los principios democráticos van más allá de cualquier interés o actor en particular, y deben ser defendidos con acciones concretas y contundentes”, dijo Halvorssen.
“Nos sentimos muy honrados de que un premio que reconoce a quienes obran de manera consecuente con sus principios lleve el nombre de mi padre. Nuestra familia es testigo de todos los sacrificios que hizo durante su vida para defender la democracia en Venezuela y en la región”, dijo Virginia Betancourt, fundadora y miembro vitalicio del directorio de la Fundación Rómulo Betancourt e hija del expresidente venezolano. “Latinoamérica está pasando por un momento en el cual el temple de personas como mi padre se hace muy necesario. Esperamos que este premio señale el camino a otros diplomáticos para que, a través de sus plataformas, trabajen más en favor de la libertad y de la justicia para Venezuela y otros países en nuestro continente”, dijo Betancourt.
Este año, el premio reconoce al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, por su liderazgo sólido y consecuente en materia de democracia y derechos humanos en el hemisferio occidental. Bajo la tutela del Secretario General Almagro, la organización ha retornado a sus principios fundacionales, desvirtuados durante las gestiones del ex Secretario General de la organización, José Miguel Insulza. Desde su plataforma y posición de liderazgo, el Secretario General Almagro ha condenado enérgicamente las violaciones de derechos humanos en países como Nicaragua, Cuba y Venezuela, y continúa abogando por una transición pacífica y democrática en este último.
El premio también reconoce al diplomático venezolano Diego Arria, expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU y el precursor de la denominada “Fórmula Arria”, un procedimiento especial que permite a los miembros del Consejo sostener encuentros informales y confidenciales con actores externos al organismo, con el objetivo de incentivar un diálogo directo con las partes implicadas en un conflicto. La fórmula también permite sortear posibles obstáculos, como la censura de ciertos temas a cargo de otros miembros permanentes del Consejo, que incluyen a gobiernos autoritarios como Rusia y China. La fórmula Arria es empleada con frecuencia y ha sido aplicada para discutir la crisis actual en Venezuela.
El tercer galardonado es el ex representante permanente de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez. En el 2013, Cochez fue relegado repentinamente de su cargo por el presidente panameño Ricardo Martinelli, por defender los principios fundacionales de la OEA y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como por denunciar a los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador por erosionar sistemáticamente la democracia y los derechos humanos en sus países. Durante su gestión, Cochez también sobresalió como el único diplomático latinoamericano que se atrevió a cuestionar la legitimidad de la dictadura cubano.
HRF es una organización sin fines de lucro, independiente y apolítica, que promueve la defensa de los derechos humanos a escala mundial, con énfasis en sociedades cerradas.
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